
Nació en Montecalvo (Italia) en 1710, de una familia adinerada y de mucho abolengo, o sea, con antepasados que habían sido famosos e importantes.
Cuando apenas tenía diez años se encontró en el sótano de su casa un cuadro antiquísimo de la Sma. Virgen y quitándole el polvo, lo colocó en su habitación y le dijo a la mamá: «Un día, cuando yo sea sacerdote, vendré y celebraré la misa delante de este cuadro». Sus hermanos se reían pero él estaba seguro de que sí iba a ser así.