La Coronilla de la Divina Misericordia

A continuación ponemos a su disposición La Coronilla de la Divina Misericordia en dos versiones, una rezada y una cantada.

El culto de la Divina Misericordia consiste en dar testimonio en la propia vida del espíritu de confianza en Dios y de misericordia hacia el prójimo.

Y este es, de hecho, el punto fundamental del ejemplo que nos dejó sor Faustina Kowalska, la religiosa polaca que dio el empuje decisivo a esta devoción.

Jesús enseñó a santa Faustina la Coronilla de la Misericordia y pidió que la propagase por el mundo; gracias a Dios, se propagó; es una fuente de gracias y de misericordia, especialmente para los moribundos.

El culto a la Misericordia de Dios se afirmó plenamente con el papa San Juan Pablo II quien en la encíclica Dives in Misericordia de 1980 exaltó la Misericordia de Dios y el 7 de junio de 1997 afirmó: “Doy gracias a la Divina Providencia porque me ha permitido contribuir personalmente al cumplimiento de la voluntad de Cristo mediante la institución de la Fiesta de la Divina Misericordia”.